Tu cuerpo lo recorre el sendero de hormigas que forman mis besos
se meten en tu boca
y juegan con tu lengua
hacen cosquillas al cerebro
y te buscan los lugares para los que no tienes ojos.
Mis besos tienen seis patas
y ninguna antena
para perderse siempre que no quiero encontrarme
y poder hacer de cada milímetro de ti un desierto
en el que todo es tranquilo.
Cuando mis besos se deslizan entre tus pieles
juego a que soy pequeña (más que tú)
y que si me quedo muy quieta
entre las montañas de tu silueta
tal vez te olvides de que hay un mundo mucho más grande que el nuestro ahí fuera.